Y a nuestras espalas la cara sur, o sea la capital, Madrid. Muy difusas al fondo se aprecian 3 de las 4 altas torres de la ciudad. |
El valle propiamente dicho. Se ve perfectamente por la bajada del terreno y el espesor del verde. |
Mediados de septiembre y así de verde. Para que luego digan que Madrid es un secarral...
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Vamos alejándonos del pie de las montañas. Ahora sí que se ve toda la Cuerda Larga, desde la Maliciosa a la derecha, hasta la Najarra a la izquierda.
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Llegamos a la presa del Grajal. Obra bastante mimetizada con el entorno, cosa que es de agradecer, por cierto inaugurada por Alfonso XIII. |
Dejamos atrás el curso del Manzanares. Todavía encontramos gente dándose los últimos baños del verano en él.
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Otro de los puentes que dibujan este valle: El del Grajal, de origen medieval, a la sombra del nuevo que se alza detrás suyo.
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Por oden de aparición: alambrada, campo y ciudad. ¿Con cuál se quedan ustedes?
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Más órdenes de aparición: valla de ramas, campo, afueras de Colmenar Viejo y Cerro de San Pedro. |
El Yelmo de la Pedriza, que al igual que nosotros fue bañado por los últimos momentos del Sol de este verano. |
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